La RUTA URBANA de la NATURALEZA consta de lonas microperforadas, situadas en las fachadas de edificios de Alamillo, donde se encuentran estampadas las especies más comunes de nuestra fauna. Todos estos mamíferos, aves y reptiles, que encontramos a lo largo de la ruta, se pueden observar en el Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Dentro de este recorrido se pueden visitar, entre otros lugares de interés, el Centro de Interpretación Valle de Alcudia.
Descargar tríptico
Las cazadoras diurnas forman un grupo reconocible por la forma de su pico y la morfología de sus patas. El pico, curvado, termina en una punta afilada que sobrepasa la mandíbula inferior y sus bordes cortantes, les permite despedazar la carne de sus presas. Las patas son bastante larga, provistas de dedos móviles con las garras curvadas y afiladas.
Todas estas rapaces son carnívoras que suelen cazar presas vivas, vertebrados de sangre caliente en la mayoría de los casos, aunque algunas de ellas, como los buitres, se alimentan de carroña. Su dieta, en parte, depende de la anatomía corporal del ave: las más pequeñas, como los halcones, tienen alas largas y estrechas que les permiten alcanzar velocidades excepcionales para dar caza a sus presas. En cambio, las más grandes como los buitres, debido al tamaño y el peso de sus cuerpos, hacen que sean poco ágiles y no puedan cazar. De ahí que se tengan que alimentar de carroña.
El orden de los Strigiformes está compuesto por un número homogéneo de aves conocidas popularmente como “rapaces nocturnas”. Se alimentan sólo de presas vivas que cazan durante la noche o al atardecer.
Se distinguen por tener una cabeza voluminosa, que reposa sobre un cuello corto, un pico ganchudo y patas generalmente cubiertas de plumas hasta los dedos; éstos son muy móviles, provistos de garras afiladas, pudiendo girar hacia atrás el dedo externo. Las pequeñas plumas rígidas de su cara forman círculos alrededor de los ojos, denominados discos faciales. Contrariamente a los de otras aves, los ojos de estas aves no están situados a ambos lados de la cabeza, sino en posición frontal, de modo que su campo de visión es bastante restringido. Para paliar este inconveniente, su cabeza puede girar hasta 270° sin necesidad de mover su cuerpo.
Son aves présbitas: se ven obligados a engullir sus presas a tientas ya que su vista les falla en distancias cortas.
El oído está perfectamente desarrollado: su agudeza es superior a la de otras aves, lo que permite al ave cazar durante la noche, ya que pueden orientarse en la oscuridad más absoluta. Estudios demuestran que la gama de audición va de 50 a 21 000 Hz, lo que le permite escuchar los ruidos de ratas, ratones y musarañas. Con carnívoros, matan a sus presas atravesándolas con sus largas garras.
El vuelo de estas aves es casi silencioso. Lo que le permite acercarse a su presa sin que ésta se percate. Esto se debe al plumaje bando y ligero de sus alas.
La mayoría no construyen nidos, tan solo depositan sus huevos en el suelo o en el nido de otras aves. Los huevos eclosionan unos tras otros, ya que los adultos comienzan a incubar desde la puesta del primero. De ahí, la diferencia que existe entre los hermanos de la misma puesta.
Los pelicaliformes son aves acuáticas que se alimentan de peces. En nuestra zona solo podemos observar el Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) que pertenece a la familia Phalacrocoracidae. Debido a su gran habilidad en la natación, a su resistencia de poder permanecer debajo del agua durante más de un minuto y a poder zambullirse hasta los 10m de profundidad, hace que sean unos excelentes pescadores. Las plumas de los cormoranes, a diferencia de la mayoría de aves acuáticas, no son completamente impermeables, por esta razón pueden bucear con facilidad y una vez en tierra deben extender sus alas y exponerlas al sol para secarlas.
Los representantes del orden ciconiformes son, por lo general, zancudas de gran tamaño, esbeltas, con las patas y el cuello largos. Son aves que se desplazan en aguas poco profundas. A pesar de la longitud de sus patas, no son buenos corredores, por el contrario, se desplazan con paso lento y en caso de peligro, emprenden el vuelo.
Son aves monógamas, permaneciendo unidos ambos cónyuges durante toda su vida. Por lo común son muy sociables y forman grandes colonias para anidar. Los pequeños son alimentados por sus padres que les regurgita el alimento en el pico o sobre el nido.
Los anseriformes son aves de tamaño mediano, tienen patas cortas pero fuertes, adaptadas a la natación. Sus 3 dedos están unidos por una membrana.
El plumaje de esta familia es muy denso. Todo su cuerpo se halla revestido de una espesa capa de plumón, auténtico aislante térmico que protege al ave del agua fría, e impregnado de las secreciones de la glándula uropigial que hace que el agua no pueda penetrar hasta la piel.
A parte de ser unos expertos nadadores, son unos excelentes voladores. Algunas especies de esta familia pueden alcanzar los 120 Km/h. En el verano, en el transcurso de su muda, pierden también las régimes por lo que son incapaces de volar.
Existe un marcado dimorfismo sexual: el macho presenta colores vistosos, mientras que las hembras lucen colores pardos y apagados. Esto se debe, probablemente, al hecho de que la hembra es la encargada de incubar los huevos, por lo que su coloración hace que el nido pase desapercibido. Las crías vienen al mundo con un espeso plumón y abandonan el nido desde el momento en el que nacen. Son capaces de desplazarse con agilidad sobre el agua y buscan por sí mismo su alimento.
Por nuestra zona sólo son dos las aves que podemos observar de este orden: la grulla común (Grus grus) y el sisón (Otis tetrax).
Las grullas son animales de gran tamaño, se desplazan dando zancadas con sus largas patas y se alimentan de semillas e insectos, principalmente. Son especies monógamas, es decir, se emparejan para toda la vida. Son excelentes voladoras ya que tienen que recorrer grandes distancias cuando emigran. Tienen una larga tráquea con la que emiten unos sonidos agudos muy característicos que se parecen a los de una trompeta. Vuelan en forma de “V” para ahorrar energías.
El sisón es un cada vez más difícil de observar por nuestra zona. Su nombre común se debe al siseo continuo que producen las plumas de sus alas cuando las bate durante el vuelo.
En el orden de las Galliformes están incluidas aquellas aves robustas, con la cabeza bastante pequeña, pico algo curvado y provistas de patas fuertes para arañar el suelo. Atendiendo a esta descripción en nuestra zona sólo contamos con la Perdiz y la Codorniz, ambas pertenecientes a la familia Phasianidae. Las alas de estas especies son redondeadas y bastantes cortas, lo que explicar su torpe vuelo y pesado; sólo vuelan en caso de extrema necesidad.
A diferencia de otras aves, los Galliformes son polígamos, el macho puede copular con varias hembras, y las hembras pueden ser fecundadas por varios machos. La hembra pone un gran número de huevos que incuba sola y las crías son nidífugas, desde el momento en el que nacen son capaces de alimentarse por ellas sola. La madre solo vela por la seguridad de sus crías.
Son aves de pequeño tamaño, cuerpo compacto con cuello corto y cabeza voluminosa, picos cortos, grandes ojos y alas puntiagudas. A menudo, el macho difiere muy poco de la hembra.
El orden de los Columbiformes agrupa a la familia de las palomas y las tórtolas. Son excelentes voladores, rápidos y resistentes. No existe dimorfismo sexual entre el macho y la hembra. Teniendo en cuenta su dieta vegetariana, los Columbiformes cuentan con un gran buche, para reservar alimento, y un potente estómago. Su buche posee además otra particularidad: en la estación de la nidificación sus paredes se congestionan y su cara interna comienza a producir una especie de líquido que regurgitado sirve de alimento a los polluelos.
Los Cucúlidos son una familia de aves en los que se incluyen los cucos y críalos. Son aves esbeltas dotadas de una larga cola y alas estrechas. Poseen dos dedos dirigidos hacia delante y dos hacia atrás. El macho, generalmente, es idéntico a la hembra. Las dos especies que podemos observar en la zona ponen sus huevos en los nidos de otras aves por lo que ni incuban sus huevos, ni cuidan de su progenie.
Las aves pertenecientes a este orden suelen ser aves nocturnas o crespusculares. Su pico, corto y plano, se prolonga hacia atrás de los ojos, provistas en su base de vibrisas erizadas, adaptación a la caza nocturna de los insectos voladores.
Con plumaje blando y coloración oscura con numerosas manchas y estrías, les permite confundirse con la tierra. Anidan directamente en el suelo, sin construir nido y ponen 2 huevos. En la zona podemos encontrar el chotacabras, también conocido como «engañabobos».
Dentro este orden se encuentran los vencejos. Aves con largas y puntiagudas alas, lo que hace que sean unas de las aves voladoras más rápidas, alcanzando velocidades de 100 Km/h. No se posan en el suelo porque debido a sus largas alas, no podrían emprender el vuelo.
El orden de los Coraciiformes reúne aves de aspecto diverso, cuya morfología y plumaje presentan caracteres comunes. Apena existe dimorfismo sexual. Anidan en árboles huecos o en agujeros excavados en las paredes de arena o tierra.
Dentro de este orden, son el pito real (Picus viridis) y el pico picapinos (Dendrocops major) las únicas especies que podemos observar por la zona. Se trata de auténticos maestros carpinteros. Trepan a los árboles y agujeran los troncos con sus potentes picos. Se alimentan, principalmente, de larvas de insectos que encuentran debajo de la corteza de los árboles u atrapan con su pegajosa lengua, aunque también pueden consumir hormillas y semillas.
La posibilidad de estas aves de escalar árboles se debe a que sus patas son zigodáctilas, con los dos dedos externos dirigidos hacia atrás y los dos dedos centrales hacia delante. Se desplazan dando pequeños saltos e hincando sus garras en las irregularidades de la corteza. Cuando dejan de escalar, apoyan su cola sobre el tronco, soportando ésta el peso del cuerpo.
Sus nidos son instalados en las cavidades de los árboles que realizan con sus picos y los pequeños crecen de manera muy rápida.
Las paseriformes constituyen el orden más importante ya que comprende más de la mitad de todas las especies de aves. Suelen tener un pico corto o mediano, cuya forma, muy variable, depende de su alimentación. Las patas tienen dedos libres, de longitud media. 3 dedos están dirigidos hacia delante y el pulgar hacia atrás.
Construyen su nido sobre los árboles y arbustos, pero también en diversas cavidades, en madrigueras o directamente sobre el suelo. Los pequeños, nidícolas, nacen incapaces de sobrevivir sin los cuidados de los progenitores, y piden el alimento a gritos, con el pico muy abierto.
También conocido como raposo y de nombre científico Vulpes vulpes, es una especie de mamífero, de la familia de los cánidos, que destaca por su astucia e inteligencia. De costumbres nocturnas, es raro poder observarlo durante el día ya que permanece oculto en las madrigueras excavadas en el suelo.
Presentan una longitud entre los 60 y 80 cm, aunque las hembras son algo menores. Su cola, de 32 a 50 cm aproximadamente, es larga, esponjosa y acabada en punta con un mechón blanco. La usan para multitud de tareas: como almohada cuando duermen, para comunicarse o mantener el equilibrio cuando corren o saltan. La masa corporal de esta especie oscila entre los 3 y 10 kg de peso.
Posee cinco dedos en la pata delantera y cuatro en la trasera, con uñas no retráctiles en ambas, y presenta pocas glándulas sudoríparas en la piel, por lo que la regulación la realiza a través de las vías respiratorias y la lengua. El macho ladra y la hembra chilla.
Los zorros son animales omnívoros, se alimenta principalmente de ratones, conejos, insectos, frutas y, en ocasiones, de carroña. Al tener la capacidad de incluir cualquier tipo de alimento en su dieta, hace que se puedan adaptar a una gran diversidad de hábitats. Presentan la costumbre de esconder su alimento para guardarlo cuando éste escasea y son bastante hábiles para encontrarlos después. Pueden llegar a consumir entre 0.5 y 1 Kg de alimentos por día.
Con un único período reproductor al año, el zorro es una especie monoestra. El apareamiento de esta especie tiene lugar entre enero y febrero y, tras 52 días de gestación aproximadamente, las crías nacen en abril o mayo. Suelen tener una camada de unos 4 a 8 cachorros, aunque puede variar en función de la disponibilidad de alimento que haya en la zona. Los cachorros nacen ciegos y abre los ojos a las 2 semanas de vida. El cuidado de las crías corresponde a ambos progenitores. Alcanzan la madurez sexual en el primer año de vida, por lo que en la temporada siguiente de cría a su nacimiento pueden reproducirse.
También conocido como venao o ciervo ibérico, es el mayor de los herbívoros silvestres que habitan en la península. Esta especie presenta un claro dimorfismo sexual; mientras que los machos presentan un tamaño de unos 160-220 cm de longitud y pueden llegar hasta los 200 kg de peso, las hembras son algo más pequeñas y menos corpulentas.
Una vez superada la lactación, el ciervo es herbívoro, siendo un claro ramoneador de arbustos y árboles, tales como jaras, romeros y encinas, comiendo también importantes cantidades de pasto, cereales y frutos dependiendo de la estación del año.
Los machos alcanzan la madurez sexual a los 2 o 3 años de edad, mientras que las hembras, a los 2 años. El ciervo es poligínico ya que un macho reúne un grupo de hembras durante el celo e intenta que otros machos no copulen con ellas. El celo de esta especie tiene lugar entre los meses de septiembre y octubre. Durante este tiempo, los machos emiten un sonido característico denominado berrea.
Las hembras, tras 235 días de gestación, paren uno o, muy rara vez, dos cevatillos en los meses de mayo-junio.
Los machos desarrollan a partir del primer año cuernas óseas que renuevan todos los años, en cambio, las hembras carecen de ellas. Las utilizan en las luchas que tienen lugar durante el período de celo. Están formadas por un tronco central que se ramifican en puntas: la primera, la más próxima a la cabeza, se denomina luchadera, la de más arriba, contraluchadera, la tercera punta, candil, y un número variable de puntas en la parte superior, denominada corona.
Durante los meses de marzo y abril se produce el desmogue. Durante este tiempo los ciervos pierden sus cuernas para desarrollar otras nuevas. En junio ya muestran la nueva cuerna cubierta de una capa aterciopelada que van perdiendo cuando se frotan contra el tronco de los árboles y cuando llega el final del verano, su cornamenta ya está preparada para la época de la berrea.
Sus 70 cm de longitud, una envergadura alar que puede llegar a los 185 cm, y sus, casi, 3 Kg. de peso, la convierten en la rapaz nocturna más grande de la península ibérica y de Europa. Su nombre científico (Bubo bubo) puede provenir de la onomatopeya de los sonidos que los ejemplares de esta especie que emiten durante la noche. Presenta un plumaje moteado muy característico de color leonado, con manchas y marrones, que le permite camuflarse mientras descansa sobre la rama de un árbol.
“El Gran Duque”, como fue denominada esta especie por el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, presenta una cabeza voluminosa que reposa sobre un corto cuello. En ella se pueden observas sus dos grandes ojos de color naranja, el pico con forma de gancho y dos mechones de plumas a ambos lados de la cabeza en forma de “V”. En el macho, estas “orejas”, están más erizadas que en la hembra. Contrariamente a otras aves, el búho no tiene situados sus ojos a ambos lados de la cabeza, sino en posición frontal, de modo que su campo de visión es más restringido, pero para paliar este inconveniente, es capaz de girar su cabeza hasta 270°. Cuando cierran sus ojos, utiliza el párpado superior y no el inferior como la mayoría de los demás pájaros. Sus grandes ojos están rodeados de finas plumas que se abren en abanico dando lugar a dos discos faciales claramente definidos bajo los cuales se sitúan los orificios auditivos.
Entre febrero y abril, la hembra coloca de 2 a 4 huevos casi esféricos de color blanco, sobre el suelo de un acantilado o una repisa rocosa. La hembra es la única que se encarga de la incubación de los huevos y sólo los abandonarán cuando se tiene que alimentar de la comida que su pareja le proporciona en lugares alejados del nido para evitar así que los restos puedan delatar la situación del nido. A los 35 días aproximadamente, eclosionarán. A diferencia de otras aves, las pequeñas crías no nacen al mismo tiempo y es porque la madre empieza a incubar los huevos a la vez que los pone. De ahí que el tamaño de los hermanos sea diferente. Las pequeñas rapaces no alcanzarán la madurez sexual hasta los 2 o 3 años.
Su oído, perfectamente desarrollado, su agudeza visual, sus poderosas garras y su silencioso vuelo les proporciona unas características excepcionales para cazar durante la noche en la oscuridad más absoluta. Su silencioso vuelo es debido al plumaje blando y ligero que presentan las alas. Es una especie carnívora, se alimenta de depredadores vivos que mata atravesándolos con las garras. Normalmente captura pequeños roedores y mamíferos, aves de tamaño pequeño e incluso pueden apresar pollos de otras rapaces en sus propios nidos.
El macho, con un peso que oscila los 25-32 Kg y una altura alrededor de los 70cm, y la hembra algo más pequeñas en tamaño y en peso, hace que sea el cérvido más pequeño de la península ibérica. Popularmente, es conocido como “El Duende del Bosque” ya que es una especie que ocupa, preferentemente, áreas boscosas y es difícil de observar por su sigilo y sus hábitos crepusculares.
Tanto la hembra como el macho presentan una coloración uniforme que varía con la época del año. Durante el invierno mantiene una coloración grisácea y en la época estival, una tonalidad castaña. Esta especie no presenta un dimorfismo sexual muy marcado. Las únicas características que hacen que se puedan diferenciar el macho de la hembra son: las cuernas, que sólo las presenta el macho, y el escudo anal de color blanco; el de la hembra tiene forma de corazón invertido, mientras que el del macho, forma de riñón.
Los machos presentan una cuerna menos ramificada que sus compañeros los ciervos. Esta cuerna la pierden anualmente entre octubre y noviembre, momento en el comienza a creer una nueva que estará completada en los meses de marzo y abril del año siguiente y preparada para cuando llegue la época de celo en el verano y el macho haga uso de ella. Esta cuerna se compone de una guía principal que está insertado en el cráneo mediante un ensanchamiento denominado roseta. En la mitad anterior de esta guía principal surge una punta dirigida hacia delante y hacia arriba denominada luchadera. En el último tercio de la guía aparece una segunda punta dirigida hacia atrás y denominada garceta.
El corzo es un animal herbívoro y, debido a su reducido volumen estomacal, se ve obligado a comer pequeñas cantidades de alimento, pero muy a menudo. Se alimenta principalmente de las hojas y brotes de las especies arbóreas y, en raras ocasiones, de frutos.
Al igual que otros cérvidos, los corzos son animales monoéstricos, es decir, presentan un único celo al año. El celo de esta especie comienza en el mes de julio y tiene una duración de aproximadamente un mes. Durante este tiempo, los machos emiten un sonido característico llamado ladra. Uno de rasgos más curiosos en cuanto a la reproducción de esta especie es el hecho de ser el único cérvido europeo que presenta diapausa embrionaria o gestación suspendida; aunque el óvulo queda fecundado en el verano, no es hasta diciembre o enero cuando el embrión anida en la mucosa uterina y empieza a desarrollarse. Por tanto, aunque la gestación tiene una duración total de unos 9 meses, el embrión sólo se está desarrollando los últimos 130 días.
Los nacimientos tienen lugar durante los meses de abril y mayo ya que en estas fechas es cuando la primavera se encuentra en su máximo esplendor y es más abundante el alimento. Además, las temperaturas empiezan a ser algo más cálidas. Lo más frecuente es que la hembra alumbre dos crías, pero también existen partos de uno o tres. Estas crías se denominan corcinos. Estos pequeños cérvidos nacen con un pelaje pardo rojizo salpicado de manchas blancas y negras que irán desapareciendo con la edad hasta tener la tonalidad de sus progenitores.
Como dato curioso de esta especie, las hembras son fértiles desde el primer año de vida y al carecer de climaterio, pueden gestar crías hasta los últimos días de sus vidas.
El lagarto ocelado es el lagarto de mayor tamaño de la Península Ibérica. Su talla varía entre los 50-60 cm, aunque algunos ejemplares pueden superar los 80 cm. (en esta medida está incluida su cola). Su peso ronda los 400 gramos, siendo el macho ligeramente mayor que la hembra.
Presenta una tonalidad verde oliva de diferentes gamas que contrasta con las manchas azules de sus costados. Estas manchas, denominadas ocelos, son las que le dan el nombre a esta peculiar especie. La cola es del mismo color que el cuerpo, mientras que la parte inferior es blanca o amarillenta sin manchas.
Ya entrado el otoño cuando los días son más cortos y las temperaturas comienzan a descender, esta especie se prepara para comenzar su hibernación que durará hasta marzo o abril del año siguiente, fecha a partir de la cual se empiezan a observar en el campo.
Durante el celo, que tiene lugar en primavera, son animales muy territoriales, persiguen constantemente a la hembra y expulsando a cualquier macho que aparezca en su territorio. A los 80 días de la cópula, la hembra pone una media de 17 huevos en una galería que ella misma excava en el suelo y se desatiende por completo de ellos. Esta especie solo realiza una puesta al año. A los 80 días aproximadamente, ya entrado el verano, nacen los pequeños lagartos. A los 3 años alcanzan la madurez sexual y se estima que viven unos 10 años.
Se alimenta de pequeños insectos, como escarabajos, hormigas y mariposas, y de reptiles, aunque ante la escasez de éstos, no duda en consumir huevos, pollos de aves y frutos.
Aunque el lagarto ocelado es el lagarto de mayor tamaño de la península, no le libra de ser presa de meloncillos, cigüeñas y otras rapaces.
Mamífero de tamaño mediano que posee cabeza grande, cuerpo corto, más alto en la cruz que en sus cuartos traseros, mala visión, pero unos excelentes sentidos de oído y olfato. Esta especie no presenta un dimorfismo sexual muy marcado; simplemente, se diferencian en que los machos son algo mayor que las hembras (la masa corporal del macho varía entre 75 y 85 Kg, mientras que el de las hembras ronda los 60 Kg) y que los caninos de los machos adquieren un tamaño considerable, mientras que los de las hembras no.
El pelaje de los adultos está compuesto por cerdas largas y ásperas de color gris oscuro o negras. Las crías, denominadas jabatos, presentan unas bandas longitudinales amarillentas en sus cuerpos, lo que les hace que popularmente sean conocidos como rayones.
La madurez sexual de esta especie, está más ligada a la masa corporal del individuo que a la edad. Las hembras alcanzan la madurez sexual cuando su masa corporal ronda los 30 Kg que suele coincidir con una edad comprendida entre los 10 y 11 meses. Sin embargo, en los machos, no es hasta el primer año de vida cuando alcanzan su madurez sexual.
El jabalí es una especie en la que el momento de la ovulación de las hembras está fuertemente relacionado con la época en la que el alimento es abundante. Por nuestra zona esto suele suceder con la caída de la bellota en los meses de octubre y noviembre. Tras 115 días de gestación aproximadamente, las hembras paren de 3 a 5 crías, aunque en ocasiones, estas camadas pueden ser más numerosas.
El jabalí es un omnívoro que se alimenta de todo lo que encuentra.
Puede comer hierbas, raíces, tubérculos, frutos y bellotas caídas, así como toda clase de vegetales, setas, trufas, lombrices, insectos, caracoles, reptiles, huevos y aves. Tampoco duda en consumir carroña cuando se la encuentra.
Es un ave planeadora más que voladora, ya que utilizan las corrientes de aires para volar sin tener que mover sus alas y tener así que realizar menor esfuerzo. Las plumas son de color ocre en la mayor parte de su cuerpo, de ahí, el nombre de “leonado”. Su largo cuello se encuentra desplumado y la base de éste está rodeada de un collar de plumas blancas a modo de gorguera.
Con una envergadura de más de 2.5 metros, un peso que puede oscilar entre los 6 y 9 kilos y unas garras mucho más débiles que otras rapaces, hace que sea una especie muy pesada y lenta para poder cazar y dar captura a otros animales.
Presenta una potente visión que les permite visualizar desde el aire cadáveres de animales muertos (vacas, ovejas, ciervos, …) de los que se alimenta, de ahí, que sea una especie netamente carroñera. Por esta razón, es una especie que desde tiempos remotos ha estado ligada a la ganadería realizando una eficaz labor sanitaria.
Es una especie colonial que suele agruparse en grandes grupos para criar. El celo se produce entre los meses de diciembre y abril. El nido, que suele estar ubicado en cortados rocosos, es construido por ambos progenitores. En él, la hembra deposita un único huevo, y tras 48-54 días de incubación, nace el pequeño buitre que no alcanza la madurez sexual hasta los 4 o 5 años de edad.
Con casi sus 3 metros de envergadura, el buitre negro es la rapaz más grande de Europa. Ambos sexos son muy similares, son completamente pardos negruzcos, a excepción del leve plumón de la cabeza y la gorguera, que son pardos. Su pico grande y robusto presenta un tono azulado.
Se trata de una especie monógama, cuando se empareja, lo hace para toda la vida. El nido que es usado durante varios años, lo ubican en las copas de grandes árboles, en él, la hembra pone un único huevo que es incubado por ambos progenitores durante unos 52 días aproximadamente. El nuevo pollo nace en abril o mayo y permanece en el nido, hasta mediados de verano, al cuidado de sus padres.
Al igual que su pariente el buitre leonado y el resto de aves necrófagas, ejerce una importantísima función en la naturaleza controlando y erradicando enfermedades de origen natural, evitando la difusión de estas enfermedades al resto de animales. Esto es debido a la gran acidez en sus estómagos para acabar con las bacterias y los microorganismos que han acabo con la vida del animal.
El Ánade Real (Abas platyrhynchos), o también conocida como Ánade Azulón, pertenece al grupo de aves Anseriformes.
Este tipo de aves son de tamaño mediano grande, tienen patas cortas, pero fuertes, adaptadas para la natación. Sus tres dedos anteriores están unidos por una ancha membrana, con el pulgar situado un poco más arriba que los dedos. El ánade real, tiene una longitud de entre 50 y 60 cm, con una envergadura que oscila entre los 87 y 95 cm.
El plumaje del macho del ánade real se reconoce por su cabeza verde brillante con reflejos, separada del pecho marrón por un collar blanco. El sobrenombre de ánade azulón, proviene del área de las alas con una tonalidad azul violácea, quedando muy patente en el vuelo.
La hembra del ánade real presenta un aspecto completamente diferente, en los colores del plumaje, respecto al macho, situación que se da muy comúnmente en las anseriformes. El color del plumaje es pardo moteado, que al igual que en el macho resalta el espejuelo azulón.
El ánade real vive en casi todo el hemisferio Norte. Con preferencia por aguas estancadas con vegetación densa, aunque también se puede encontrar anidado en arroyos y ríos.
Su principal alimento son plantas acuáticas, pero con la posibilidad de alimentarse de insectos, gusanos, moluscos o peces.
Al contrario de la mayoría de las especies de aves, las parejas de patos se forman en los sitios de invernación y no al regreso, en las zonas de nidificación. Los machos, siguen después a las hembras hasta su región de origen.
Durante el mes de febrero, se produce el cortejo nupcial, donde se desarrolla una danza con movimiento de alas, cabeza y golpeteo del agua con el pico. Una vez constituida la pareja, la hembra se dedica a la construcción del nido, estando este formado por ramas, hierba, hojas y plumón. En ocasiones emplaza el nido lejos del agua, como puede ser en resquicios de rocas o campos de cereales. El número de huevos que suelen depositar son entre siete y once, de un color verdoso, beis o azulado. El periodo de incubación dura entre 27 y 28 días.
El macho emite un sonido sordo y nasal, similar al croar de una rana, mientras que en la hembra es un graznido rápido, cuya intensidad disminuye gradualmente.
Es una de las especies endémicas de la península ibérica. Su nombre científico, conmemora al príncipe Adalberto de Baviera. Los adultos presentan un inconfundible plumaje blanco en los hombros y parte alta de las alas, que contrasta con el color pardo oscuro del resto de plumas. El plumaje de los juveniles es amarillo dorado con manchas pardas.
El tamaño medio de los ejemplares adulto es de entre 68 y 83 cm y los 3 Kg de peso, las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3.5 Kg.
Su dieta principal se compone de conejos, aunque también depreda reptiles y otras aves como palomas, perdices, patos… En tiempos de escasez no duda en consumir carroña.
El águila imperial ibérica es una especie monógama, es decir, una vez que se empareja, lo hace para toda la vida. La época de reproducción tiene lugar de marzo a julio, periodo en el que sitúan sus nidos en las copas de árboles como alcornoques y pinos, o incluso eucaliptos. El nido puede ser utilizado durante varios años. La puesta típica oscila entre 1 y 4 huevos de 130 gramos de peso, que se incuban durante 44 días. De los huevos nacen hasta 3 aguiluchos, aunque en las épocas de escasez de comida es el hermano mayor el único que sobrevive. Los pequeños abandonan el nido entre 65 y 77días más tarde, aunque siguen bajo los cuidados de los padres hasta los 4 meses de vida.
Con una longitud alrededor de los 100 cm, se trata de un ave de gran tamaño. Puede alcanzar una envergadura de unos 200 cm y un peso que puede oscilar entre 3 y 4.5 Kg. En esta especie no existe dimorfismo sexual; el plumaje de ambos sexos es mayoritariamente blanco a excepción de las plumas de vuelo, que presentan una coloración negra. Su pico, largo y puntiagudo, presenta una coloración anaranjada al igual que sus alargadas patas. Estudios demuestran que esto se debe a los carotenoides de su alimentación.
Su dieta se compone, principalmente, de artrópodos como saltamontes y escarabajos, aunque también consume una gran cantidad de lombrices, reptiles, anfibios y crustáceos. En su dieta también puede incluir pequeños roedores, peces, huevos y hasta pollos de otras aves. Cuando el alimento escasea, no duda en alimentarse en los vertederos. Debido a su gran adaptabilidad que presenta a la hora de alimentarse, hace que sea una especie bastante abundante en la zona.
Se trata de una especie monógama que sólo tiene una puesta por año. Suelen reunirse en grandes colonias para criar, aunque algunas parejas deciden anidar separadas del resto. El nido lo utilizan durante muchos años seguido, cada año, antes de criar, ambos progenitores lo reparan con palos, raíces, tierra, hierba y otros materiales. Con el paso de los años y la acumulación de ramas, algunos de estos nidos pueden alcanzar un peso de hasta una tonelada y una altura que supera el metro.
La puesta de especie suele constar de unos 4 huevos que son incubados por ambos progenitores durante un período de 29-34 días. Tras la eclosión de los huevos, los pollos son cuidados por sus padres y permanecen en el nido unos 60 días.
Cuando el frío empieza a llegar a nuestra zona, esta especie forma grandes bandadas de ejemplares para iniciar su migración hacia el continente africano en busca de temperaturas más cálidas y regresan a su zona de reproducción cuando el invierno está llegando a su fin. De ahí, uno de los refranes populares de la zona “Por San Blas (3 de febrero), las cigüeñas verás”. Con el paso de los años y los efectos del cambio climático, este refrán está perdiendo su sentido ya que últimamente podemos observar que algunos ejemplares no nos abandonan al llegar el frío y permanecen en nuestra zona durante todo el año.
La Cigüeña negra es algo más pequeña que su hermana la Cigüeña común, tiene una longitud que oscila los 100 cm y un peso de unos 3 Kg. Las aves adultas son negras, con irisaciones verdosas en el cuello y la cabeza, y el vientre blanco. En cambio, sus alargadas patas y su pico, presentan un tono rojo intenso.
En una especie mucho más forestal, asustadiza y solitaria que la Cigüeña blanca, lo que hace que sea difícil observarla en la zona. La Cigüeña negra anida en árboles cerca de ríos y embalses.
Su alimentación se basa en peces a los que pesca en aguas poco profundas, aunque también pueden consumir insectos, anfibios y reptiles.
La hembra pone de 3 a 5 huevos que son incubados por ambos progenitores, y al cabo de los 36 días aproximadamente, nacen los pequeños pollitos. A los 70 días de nacer ya pueden volar y no es hasta los 3 años, cuando alcanza su madurez sexual.
05 diciembre, 2024
03 diciembre, 2024
02 diciembre, 2024